sábado, 21 de febrero de 2009

Reflexiones VI.- Reformando la Constitución de Carabobo

La democracia debe guardarse de dos excesos: el espíritu de desigualdad, que la conduce a la aristocracia, y el espíritu de igualdad extrema, que la conduce al despotismo.

Montesquieu, 1745

El pasado jueves 21 de febrero  el Consejo Legislativo del estado Carabobo (CLEC) hizo una convocatoria pública para conformar una comisión parlamentaria que diseñe una reforma de la Constitución del estado Carabobo. El novel diputado Juan José Perozo fue designado como Presidente de dicha Comisión y sobre él descansa el peso y la responsabilidad de actualizar y realzar nuestra Constitución estadal. Posiblemente mis reflexiones futuras pasarán por este tema, ya que quiero compartir con ustedes algunas ideas que darán mucho que hablar en los próximos tiempos en nuestro estado.

Cuando recibí la formal convocatoria del CLEC (mayoritariamente oficialista) para que participe en el remozo de nuestra Constitución estadal, créanme que quedé sorprendido. Pasé toda la tarde pensando cómo era posible que la gente que políticamente es contraria a mis pensamientos, que duramente he criticado sean los primeros en solicitar mi colaboración. Y ese día, en pública audiencia, me fue propuesta la responsabilidad de asesorar la Comisión Parlamentaria para la reforma de la Constitución del estado Carabobo; luego de mi intervención inicial, el Presidente y Vice-Presidente del CLEC, en tono casi jocoso, dijeron al unísono: Gracias Doctor por aceptar, sin permitirme argumento en contrario.

La verdad es que me siento muy honrado, es una oportunidad increíble para mi generación (más allá de nuestras obvias y profundas diferencias políticas) de marcar nuestra huella e imprimir el ritmo de la política del estado; pero por encima de todo: es el lugar y el espacio correcto para materializar muchas de las ideas y conceptos en los que profundamente creo. Con el diputado Juan Perozo nos une una amistad inquebrantable, que ha trascendido los colores y las posiciones políticas; pero por encima de todo, nos acerca lo que llamo una visión cercana de lo que queremos de la vida. Siendo estudiantes, nos tocó asumir posiciones de liderazgo en momentos difíciles para la Universidad, y a pesar de defender banderas distintas, siempre supimos separar nuestra amistad de esas discusiones. Incluso, si se me permite esta infidencia,  una vez ambos nos postulamos a cargos públicos por planchas distintas, y ambos ganamos de manera contundente (Consejero de Facultad él, Presidente de Centro de Estudiantes yo), dejando claro a la comunidad universitaria que podemos ser amigos y pensar distinto, presentando un proyecto y un mensaje claro a la gente. Yo siempre le preguntaba en clases, antes de las elecciones, ¿la gente votará a Darío como Presidente y a Juan José como Consejero a pesar de representar a grupos distintos? Pues el tiempo nos dio la razón.

Trascendiendo mi agradecimiento personal, quiero hacer públicas un par de condiciones que sujetan mi efectiva participación en este proyecto, las cuales son de mucha importancia para mí:

  1.            Que se me respete mi posición política: De nada sirve aspirar una Constitución como la que deseamos, si no practicamos el respeto a las opiniones ajenas y usamos la discusión de las ideas (no de los hombres) como instrumento fundamental para la creación de nuevas cosas. Si bien mi función es esencialmente técnica y funcionalmente de asesoría y consulta, mi propia naturaleza hará que me apasione por lo que hago; para ello necesito libertad para opinar y criticar constructivamente.
  2. .         Que se trace una metodología seria, responsable y sobre todo real: diseñar un texto constitucional (a pesar de las limitaciones y restricciones que posee una constitución estadal en la especie híbrida de federación que tenemos) es una seria responsabilidad; se afecta de manera profunda el desenvolvimiento de la política de la región y la conformación del Poder Ejecutivo y Legislativo de la entidad federal. Con respecto a este punto, se me ha emplazado para presentar una propuesta de metodología; para el viernes 6 de marzo deberíamos tener una idea clara y segura de cómo se va a realizar el trabajo encomendado. Además la metodología debe incluir a los sectores vivos de la sociedad carabobeña, sin distingo de colores o posiciones.

No quiero adelantar nada sin la autorización de la Comisión Parlamentaria, pero si quiero dejar muy claro el fundamento de mis propuestas: más y mejor Democracia. La democracia participativa y la delimitación explícita de las esferas competenciales de los órganos públicos que conciernen al texto constitucional, serán los ejes primarios en los que se basarán mis opiniones.

Desde aquí quiero agradecer a todas las personas que leen mis líneas semanales, la verdad que me sorprende la cantidad de personas que leen y participan de algunas mis opiniones, ya sea para secundarme o para pensar distinto; creo que esa ha sido la idea inicial de este espacio. Así mismo, un personal y sentido agradecimiento a Dinorah Cudemus y Adelba Taffin, quienes se encargan (voluntariamente) de la difusión de mis opiniones: Gracias chicas por su constancia y apoyo; ahora tendré mucho material de importancia para la audiencia política del estado y cuento con ustedes para ayudarme a llevar a cabo esta tarea.

Todo aquel que quiera conversar sobre este tema, mi correo esta a su disposición edgardarionp@gmail.com para las proposiciones y opiniones. Todas las ideas y todas las propuestas son bienvenidas. Quiero terminar mi nota de hoy con una constante en mi pensamiento político: necesitamos MÁS Y MEJOR DEMOCRACIA.

lunes, 16 de febrero de 2009

Reflexiones V.- ¡¡¡Que se joda David!!!

En el Antiguo Testamento de ese maravilloso libro que es la Biblia, se encuentra una de las historias más interesantes de la vida de los antiguos judíos. Un joven pastor de ovejas se encuentra ayudando con el avituallamiento del ejército israelí frente a los invasores filisteos; de pronto, el campeón de los conquistadores reta a cualquiera a librar un duelo personal, donde el vencedor esclavizaría a la nación perdedora. Cuenta la historia que el pequeño pastorcillo, acostumbrado a lidiar con osos y leones, derrota al gigante con su honda y 5 guijarros. Es sin duda la famosa historia de David de Judea contra Goliat de Gath.

En la actualidad, hablamos de David contra Goliat para referirnos a las peleas asimétricas, en desventaja para algún lado; con ello señalamos la victoria del débil frente al fuerte; la astucia frente a la arrogancia; las causas nobles frente al oprobio y la maldad.

Esta historia se hizo un lugar común en el escenario electoral impuesto por nuestro autócrata. Vimos a muchos de los dirigentes opositores indicar que esto era la lucha de David frente a Goliat. Donde nosotros éramos la parte pequeña, desasistida. Pues visto lo sucedido el día de ayer, con mucha responsabilidad quiero decirles a todos los que me leen: QUE SE JODA DAVID.

Ayer dimos una batalla increíble. Luchamos contra el fanatismo, contra el ventajismo desmesurado; enfrentamos la hipocresía de un árbitro parcial, el uso del recurso público de forma descarada. Y el resultado, a pesar que ya a las 6pm teníamos un panorama más o menos claro de lo que sucedió, es sumamente satisfactorio y sobre todo ESPERANZADOR. Difícilmente puedo sentirme derrotado.

El 15 de agosto de 2004 el presidente fue sometido a un referéndum revocatorio, luego de todo lo sucedido durante el convulsionado año de 2002. Con ello la oposición venezolana intentaba sacudirse el fantasma del 11 de abril y plantea para ello una plataforma unitaria (Coordinadora Democrática, ¿recuerdan?). Veamos los resultados (números oficiales CNE):

Nacionales

Oficialismo

5.800.629

Oposición

3.989.008

Nulos

25.994

Carabobo

Oficialismo

435.244

Oposición

330.501

 

En 2005 la oposición (a pesar de los gritos de muchos de nosotros) se abstuvo de participar en las elecciones de diputados a la AN. En esas elecciones votaron sólo los afectos a régimen, en el peor resultado electoral de su breve historia: sacaron 3.398.567 votos, a pesar de no tener contrincantes y toda la desventaja de parecer un plebiscito.

Luego el 3 de diciembre de 2006 fuimos a las urnas otra vez. De nuevo se optó por la plataforma unitaria opositora, pero con el aprendizaje de 2004 y de 2005. Veamos los resultados:

Nacionales

Oficialismo

7.309.080

Oposición

4.292.466

Nulos

160.245

Carabobo

Oficialismo

583.773

Oposición

359.519

 

Fácilmente podemos colegir que hubo un ligero aumento de la votación opositora. Pero fue una victoria contundente del régimen.

En diciembre de 2007 fue consultado a la sociedad un conjunto de modificaciones inconstitucionales, malsanas, que destilaban el genio antidemocrático del régimen. Luego de una campaña excelente, la vanguardia de los estudiantes y un mensaje equilibrado por parte de la dirigencia opositora, vemos los resultados:

Nacionales

Oficialismo

4.379.392

Oposición

4.522.332

Nulos

No sabemos

Carabobo

Oficialismo

367.532

Oposición

412.337

 

Fíjense que es la mejor votación de la oposición venezolana hasta el momento. Sólo es el resultado del 1er boletín del 3 de diciembre de 2007 porque al sol de hoy, el CNE parcial y genuflexo que tenemos no ha dado los resultados finales. No sabemos oficialmente cuántos votos nulos hubo, o si la diferencia fue mayor o no. Pero lo importante es que veamos cómo se incrementa la votación distinta a la corriente oficial: un aumento de 530.000 votos aproximadamente. Una victoria histórica de la cual debemos sentirnos orgullosos.

Veamos ahora noviembre de 2008, durante las elecciones regionales. Tomando la votación del sector opositor en todos los estados, la sumatoria nos arroja que obtuvimos 4.532.940 votos; una cifra consistente con el 2007. Sin aumento pero algo destacable: no hubo una plataforma unitaria nacional; la unidad opositora se forjó en cada región y cada municipio, y en algunos casos ni siquiera hubo unidad. En Carabobo vimos que Henrique Salas Feo obtuvo 407.520 votos para lograr la primera magistratura regional. Se produjeron 31.655 votos nulos en nuestro estado, a pesar de la compleja forma de votar de esas elecciones.

Ahora veamos los resultados de ayer 15 de febrero (día de la celebración de la Lupercalia, antiquísima fiesta pagana en honor al Fauno Luperco; instituida por el Rey Numa Pompilio El Iniciado; entre amigos he comentado que la elección de este día era bastante “interesante” para aquellos que nos gusta el “lado B” de la historia):

Nacionales

Oficialismo

6.003.594

Oposición

5.040.082

Nulos

199.041

Carabobo

Oficialismo

482.824

Oposición

444.572

 ¡Analicemos!

La oposición ha venido en franca mejoría en cada elección. Por el otro lado, el oficialismo viene bajando. En 2006 logran 7 millones de votos con una campaña arrolladora y frente a un escueto candidato de la oposición. En esta campaña de 2009, de las mismas proporciones que la presidencial y habiendo puesto el mismo Chávez su cabeza en la picota, apenas lograron 6 millones de votos.

Nosotros, con una campaña hecha con las uñas, en estados donde se desmontó la oposición al quedar sin una (¡!) alcaldía, dimos un resultado importante y además RECORD.

Controlan 20 estados y sus alcaldías, y lo que logran es 6 millones de votos, mientras que nosotros con APENAS 4 estados importantes y algunas alcaldías logramos 5 millones, un HITO para nuestra corta vida opositora.

Señores, sacudámonos el golpe. Se acabó la hegemonía del oficialismo. Ya no tienen la misma fuerza, están arrastrando sus errores y su ausencia de gobierno; tuvieron que amedrentar, asustar, gastar miles de millones de bolívares para jugarse a Rosalinda; el árbitro los protegió, nos clavaron cadenas de 7 horas (¡!). Metieron miedo, nos echaron “gas del bueno”, hubo un número INACEPTABLE de votos nulos, algo que deja mucho que decir de aquel resultado en 2004 en aquel revocatorio, donde la respuesta era igual: SI o NO y apenas hubo 25.000 votos nulos. ¿Cómo se explica que bajo el  mismo esquema del acto electoral de 2004, se produzcan 200.000 votos nulos?

Pese a todo lo que hicieron, frente a su arrogancia, frente a su desgobierno, frente a su ausencia de ponderación y concierto. Puede que hayan sacado más votos producto de su ventajismo y de su grosero uso del recurso público, pero nos dieron un tremendo espaldarazo.

Que se acabe el lamento, a partir de ahora no somos el lado débil, no somos las víctimas de esta historia. Ahora nos toca construir una mayoría, refrescar las caras, reescribir nuestras ideas y plantear un mensaje que ampare a los más amplios sectores de la sociedad; que se gradúen los estudiantes de ayer y vengan otros con mejores ideas. Es la hora de nosotros, los jóvenes. Nuestro estado está hambriento de nuevas ideas, nuevas caras; llegamos al Gobierno Regional bajo el enfoque de un cambio y un rejuvenecimiento de la dirección política del estado; pues demos el ejemplo aquí en Carabobo de cómo debemos hacer las cosas desde ahora.

¡Que se joda David!

 

jueves, 12 de febrero de 2009

Reflexiones IV.- Una conversación por el futuro

"Solamente aquel que construye el futuro tiene derecho a juzgar el pasado".
Friedrich Nietzsche

Ayer tarde tuve una de esas conversaciones nutritivas que te hacen pensar; esos coloquios que nos permiten exorcizar tantas incomodidades, críticas a nuestro entorno y sobre todo, que nos consienten desahogar lo que en público no podemos compartir. Ayer tarde esa valiente mujer Adelba Taffin, fue la destinataria de los amargos sentimientos que llevo en estos días aciagos.

Creo que volver a explicar lo que hemos dicho hasta la saciedad, sobre lo inconstitucional, fraudulento y sobre todo impuesto de la consulta popular del domingo próximo, es simplemente llover sobre mojado (Fito Páez dixit).  El día de ayer me dediqué a evaluar el estatus de la oposición carabobeña frente al evento electoral del domingo, me reuní con diversos factores y considero que tengo un diagnóstico bastante real de lo que está sucediendo y va a suceder el día de referendo.

Ya al final de la tarde conversaba con mi amiga Adelba, y le decía: -"Negra, no hemos conformado el discurso correcto, nos falta alimentar un mensaje que ampare a toda la sociedad". Ese fue el punto de partida para una conversación memorable y que puede ser la semilla de muchas cosas por venir. Pasamos un buen rato hablando y revisando las cosas buenas y malas que tenemos en nuestra ciudad y nuestro estado. Las decisiones audaces y atinadas de la oposición, los aciertos y desaciertos del gobierno regional, los movimientos quirúrgicos del “anti-salismo” tras bastidores, la necedad del discurso anti-partido, nuestro novel alcalde y su gestión, la posición de los estudiantes carabobeños y las mezquinas actitudes de algunos sectores de la vida política carabobeña, fueron algunos de los tópicos que planteábamos en nuestra conversación. Pero el leitmotiv de esta nota es el futuro.

La lucha por un país distinto no acaba el 15 de febrero. El 16 de febrero, más allá de los resultados que se produzcan, debemos estar preparados para seguir predicando y batallando por una sociedad diferente. Muchas veces parece que se nos compele a un enfrentamiento con aquellos que no piensan igual que nosotros, pero se nos olvida que la vida del pueblo venezolano continúa. Tenemos que decir mucha responsabilidad que pase lo que pase, gane el SI o el NO, el lunes amanecemos con el mismo país que posee los más altos niveles de inseguridad, el mismo país que sufre los embates de un salvaje capitalismo de estado, el mismo régimen de marcado acento autocrático y hegemónico… El mismo pueblo que ansía paz y concierto para avanzar unido.

Es un craso error hacer ver que todo termina el 15-F. Haré algunas precisiones al respecto, producto de las reflexiones de estos días y sin el más mínimo ánimo de ser un Jano suburbano:

Si gana el SI, veremos como ese cheque en blanco que le damos al Presidente (o a la genuflexa y descarada Asamblea Nacional, que es lo mismo) será utilizado, en el peor de los casos, para extender el periodo constitucional a 10 años (¡!) más la posibilidad de reelegirse indefinidamente (ausencia de límite temporal para la postulación a cargos de elección pública en su versión científica). Más allá de las especulaciones que pueden colegirse de ello, es fácil aseverar que entraremos en un periodo de mayor dificultad para quienes nos oponemos a este régimen; vendrá un fortalecimiento de las políticas pseudosocialistas, mayor control de las estructuras políticas del Estado, el uso desmedido del dinero público para apuntalar egos y necesidades del partido único, ergo, lo mismo de siempre pero en mayor abundancia. Y si hemos luchado tanto para llegar hasta donde estamos, mal podríamos bajar la guardia y dejarnos sorprender. Ahora bien, fíjense mis amigos que el escenario sigue bajo los mismos fundamentos pero con acentuación.

Pero en la hipótesis de ganar el NO, es posible que nos anotemos una nueva victoria, que confirmemos las sospechas de muchos de nosotros cuando decimos que el liderazgo del Presidente viene a menos, que nos entre un “fresquito” en el alma porque comprobamos que queda conciencia democrática en este país, y sobre todo: que seguimos allanando el camino para un tiempo mejor. Pero, ¿está usted seguro que eso cambiará nuestro entorno inmediato? Le daré mi impresión: No. Seguiremos con el mismo país, las mismas carencias, la misma élite neo-burguesa, y la misma “democracia” en la cual creemos que vivimos. Debemos ganar, pero eso no hará nuestra lucha más fácil.

Vencimos un referendo constitucional en diciembre de 2007 (nuestra victoria escatológica), ganamos unas elecciones regionales  en noviembre de 2008 (no asumida con humildad por el oficialismo), todo bajo el aplastante uso del recurso público y del exagerado manejo de medios comunicacionales, y ahora la lógica nos dice que no deberíamos perder la enmienda de febrero de 2009. Pero en política la lógica no es 2+2=4; puede ser 3, o puede ser 6; todo depende del esfuerzo y la habilidad de quienes hacen política.

Salgamos con fuerza, determinación y entusiasmo a votar. Digamos SI queremos la misma cara y el mismo estilo por siempre jamás; o a decir que nosotros los jóvenes queremos luchar por un país mejor y que NO detendremos la lucha por siempre jamás.

La pelea, es peleando.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Reflexiones III. La responsabilidad decenal

We think we've come so far
On all our lies we depend
We see no consequence
This is the beginning of the end.
(Nine Inch Nails, The beginning of the end; 2007)

Diez años…
El lunes pasado fue feriado. ¡Es que hasta la capacidad de asombro se le acabó a uno! Nuestro Jefe de Estado en medio del paroxismo de un juego de softbol, comprendió que era necesario celebrar los diez años de la “revolución”; para celebrar semejante hazaña histórica, nada mejor que IMPONER un día feriado, para que todos por igual podamos disfrutar de las mieles de la victoria.
Recordé ese día festivo las clases de Obligaciones (tres pares de años atrás), que comenzaban a las 7am y a la cual llegaba tarde siempre, bajo la mirada inquisidora de mi amiga, profesora y madrina (en ese mismo orden) Rebeca Castro. Sus clases le han enseñado a una generación a razonar como abogados y que toda situación en nuestra vida posee trascendencia jurídica. Y ese pretérito lunes gozoso, intuí que lo que celebrábamos con fruición tenía vida en las palabras de mi antigua profesora.
Hoy comenté entre varios de mis amigos (nóveles profesores universitarios) lo que se conoce en el mundo del Derecho Civil como la responsabilidad decenal: esta figura es una especie de la responsabilidad civil contractual, que tiene por objeto proteger al propietario de una obra importante, frente a la ruina de ésta por vicio de construcción o del suelo; de esta manera, quien es propietario de un edificio de jerarquía, puede reclamar a quien tenía el deber de construir y lo hizo mal, y dicha responsabilidad es de diez años (1.637 Código Civil). Argüí que esta figura nos permite explicar (con las obvias diferencias del caso) lo que sucede ahora.
Con atrevimiento (y a despecho de los profesores de derecho privado) sostuve que este "arquitecto" nos arruinó el edificio. La nefasta negación de una sociedad justa y amante de la paz, democrática y pluralista (Artículo 3 Constitución Nacional) es el vicio de la obra. La intolerancia y el fanatismo idiota están sembrados en el alma del venezolano de ahora, anidados en nuestro pensamiento y acción. Mutatis mutandi, el "arquitecto" de la obra nos ha fallado; esa sociedad, como lo preceptuó el constituyente soberano de 1999, que se debía erigir está viciada… Vicios éstos que no son nuevos, son una proyección aumentada de lo que vivimos en los 80 y 90. Son diez años de ver con tristeza como se castiga a quien piensa distinto, de sufrir en carne propia los embates de la inseguridad, de ver a nuestros familiares en manos del hampa, de ver al Derecho torcido, de presenciar el ascenso de una nueva clase dominante burguesa, de sentir como se nos escapa la riqueza petrolera cual arena en las manos, de ver como cada quincena nuestro sueldo se minimiza cual ventana de Windows. Y quieren que celebremos. Señores, la obra que debió ser levantada esta arruinada.
Imposición. Esa es la clave del asunto. TUVIMOS que celebrar: se nos constriñó a la festividad. Si a alguien le quedaba alguna duda del espíritu autocrático, atropellador y antidemocrático de este régimen, creo que ya tiene su prueba. Fue un día feriado porque a ÉL le dio la gana, no hay ninguna otra explicación para eso. Diez años de preámbulo para el broche de oro: esa noche el "arquitecto" le comentó a CNN que ahora vienen diez años más.
Me pregunto: ¿será esa la verdadera enmienda? ¿Es el aumento del período constitucional a diez años y su reelección ad infinitum lo que esconde el eufemismo de la “ampliación de los derechos políticos”? Lo que se pone en juego el 15 de febrero no es juego, si me permiten la triste travesura de palabras. Estamos decidiendo el futuro de nuestra sociedad tal como la ansiamos.
Pido al verdadero Arquitecto (ponga el nombre del Dios de su preferencia, se lo respeto) que nos permita un espacio para la democracia y que estemos en presencia del principio del final. Que gobierne la mayoría, pero siempre respetando y amparando a la minoría. Que podamos construir juntos, pensando distinto, pero juntos, la sociedad justa y amante de la paz que nos merecemos.
Diez años… ¿NO?