lunes, 6 de abril de 2009

Reflexiones VII.- Silencio

"Nunca rompas el silencio, si no es para mejorarlo"

Ludwig van Beethoven


 

Hace más de un mes que no publico. Más allá de las excusas inveteradas del trabajo, la vida y cualquier otra categoría semejante, la verdad es que no quería. De pequeño aprendí una regla que aplico siempre: si no hay nada bueno que decir, entonces es mejor callar. Pero la preocupación, que compartimos todos aquellos que defendemos y practicamos la Democracia como sistema de vida, es creciente; la realidad nos acorrala y atiborra de malos augurios, de malestar y sobre todo el desasosiego. Vivimos días aciagos para aquellos que asumimos la Justicia y el Derecho (así, en mayúsculas) como norte de nuestra existencia.

Tiempo atrás, por vías misteriosas recibí una serie de proyectos de ley, los cuales serían (como en efecto lo fueron) discutidos por la Asamblea Nacional. Del estudio de dichos proyectos nació la intranquilidad y el temor que transpiran mis palabras. En vista de eso, compartí mis inquietudes, escribí diversos comentarios (de estricta naturaleza jurídica) que quizás algún día puedan interesar a alguien. Pero el día de hoy quiero expresar es una idea central: estamos ante un desmontaje sistemático e implacable de cualquier manifestación de pensamiento contrario a las líneas oficiales; insisto: es la neutralización de la disidencia, ello incluye tanto a la oposición como a las mismas filas del oficialismo. Es la némesis de la Democracia.

Vemos como se nos arrebató, por una vía absolutamente inconstitucional, la administración de puertos y aeropuertos. Pero de manera muy cómica, sólo resultaron afectados los estados donde perdió el oficialismo. Me pregunto yo: ¿el puerto de Paraguaná? ¿ y el puerto de José en Anzoátegui? ¿y el aeropuerto de Barinas? Entonces vienen con los sofismas… No hay explicación más allá de "ahorcar" financieramente a los estados y hacerles su gestión cada vez más dificultosa.

Ahora, la Asamblea Nacional fue iluminada por la luz del Creador y se dieron cuenta que nunca habían promulgado la Ley Orgánica del Distrito Capital y que se encontraban en mora con el texto constitucional. La verdad es que perdieron la mayoría en la Capital, cuando las alcaldías se les fueron de las manos por las horrorosas y corruptas gestiones de Barreto, Rangel y compañía. Bueno, ahora borrarán de un plumazo la Alcaldía Metropolitana porque les ganó un tipo que, con las uñas, está llevando un mensaje claro a la población; demostrando que esta supuesta revolución (salvo honrosas excepciones) es más palabras que hechos. Tengo el proyecto de ley, el que quiera deleitarse con su exposición de motivos, con gusto se la hago llegar. Y el problema no es la adecuación (o no) de la próxima ley a la Constitución, es el terrible momento elegido para una decisión como esa, que devela la ansiedad del régimen por el control y la total aniquilación de todo aquello que huela diferente.

Pero no basta, nunca es suficiente. El enfrentamiento es necesario. A los comisarios de la Policía, luego de un proceso amañado, grosero, con diferimientos infinitos, con 6 cambios de jueces, de 3 años de duración; con un final de película, donde sin pruebas y en un acto de total desconocimiento de la ley, se les aplica una sentencia de 30 años de cárcel. La quintaesencia de la pesadilla kafkiana. Y saben, no tengo dudas que lo sucedido aquel 11 de abril fue un golpe de estado; y estoy seguro que estos comisarios pueden tener alguna responsabilidad; pero todos tenemos el derecho humano a un juicio justo, con jueces imparciales e independientes. Lo lamentable es que en nuestro país las sentencias son dictadas en el "Aló Presidente". La traducción política al caso es muy simple: se contrario al régimen y te vamos a dar con todo. ¿Habrá juicio a Barreto y su incontestable corrupción? ¿Investigarán a la familia Chávez en Barinas y su apogeo económico? ¿Y PDVAL? ¿Y García Carneiro y el viciado Plan Bolívar 2000?

Pero que va, eso no satisface. Ahora nuestro presidente declaró en los meses pasados la misión "Rosales preso". Ojo, lo dijo. Y muchas personas me dijeron (estoy seguro que están leyendo esto): "no chico, ese no se va a atrever a meter preso a Rosales, eso es un trapo rojo para confundirnos, ¿con cuales argumentos lo va a juzgar?" Ahí está. Ahora hasta de homicidio en grado de frustración fue acusado. Uno de los líderes más visibles de la oposición venezolana. ¿Quién seguirá?

Pero la lista es larga. En los próximos días me tocará explicar la Jurisdicción y el Poder Judicial a mis alumnos; pero esta vez tendré que utilizar nuestra nueva Ley Orgánica de Sistema de Justicia, la cual establece la selección de los jueces por medio de los diputados y los representantes del Ejecutivo, comiéndose de un mordisco la necesaria independencia de los poderes y sobre todo la distribución funcional del Poder. Ahora la Justicia será impartida por funcionarios que han sido elegidos no por sus méritos académicos y forenses, sino por su pertenencia a un partido político, ergo, no habrá Justicia para el que piense distinto.

Y para el futuro (excesivamente próximo) vienen los proyectos de ley de tenencias de tierras, urbanas y agrarias; donde el concepto de "propiedad social" que fue rechazado en el intento fallido de reforma constitucional de 2007, es reencauchado y utilizado como espada de Damocles para todo aquel que se resista a la filosofía pseudorevolucionaria.

Al principio les dije que no quería escribir. Ahora no es un problema de si me provoca o no escribir; ya la Musa no es buscada en las noches de insomnio ni en la entrada de Occidente. Me siento obligado a hacer algo. El país marcha hacia un destino terrible: o nos quedamos quietos y permitimos todo lo que sucede, resistiendo y esperando que nos salven (será el chapulín colorado) y que nuestro país sea un lugar donde pensar distinto será un crimen; o nos olvidamos de nuestras miserias por un momento y nos concentramos en la defensa de la Democracia, el libre pensamiento y la paz para todos los venezolanos.

Si elegimos la primera opción, pues entonces haga sus maletas, nos vamos a la playa el miércoles, nos relajamos y sobrevivimos hasta que nuestro Comandante así lo disponga. Mejor aún, cuando regrese de vacacionar, vaya e inscríbase en el PSUV, puede que así se salve de esta ofensiva anti-disidencia; capaz y hasta sale premiado con un carguito.

Pero si usted considera que su deber como ciudadano, más allá del color del pensamiento político, es construir una sociedad justa y amante de la paz, y que nos merecemos un Estado donde impere la democracia y el respeto a la voluntad popular, que esté al servicio del pueblo y no al revés; entonces deje la flojera, póngase sus pantalones y comience a trabajar. Lee, estudia, escucha a los que poseen la experiencia y el conocimiento; habla con tu familia, explícales que es lo que está sucediendo y porque consideramos que está mal. Habla con tus amigos, con respeto al pensamiento y las necesidades ajenas, pero con firmeza. Reúne a tus vecinos, ellos viven y sufren las mismas condiciones que tu, posiblemente encuentres mucha gente tan preocupada como tu pero aislada o frustrada; La verdad no hace falta ser un politólogo ni un paladín para comenzar a efectuar cambios a nuestro alrededor; el primer paso debe ser en lo interno, luego hacia afuera.

La pelea es peleando. Pospusieron las elecciones de concejales y juntas parroquiales para el próximo año, pero por ahí debemos comenzar. Tenemos diversos mecanismos de participación en nuestro sistema político: consultas, referendos, consejos comunales, grupos de electores, asambleas de ciudadanos, partidos políticos, gremios, sindicatos. Hacia allá debemos ir. Sin tregua, sin descanso; y sobre todo, obviando las vocecitas que invitan a salidas de facto y antidemocráticas. Los problemas de la Democracia se combaten en democracia.

Ya rompí el silencio, ¿y tú?