“And I don't want you and I don't need you / Don't
bother to resist, or I'll beat you / It's not your fault that you're always
wrong / The weak ones are there to justify the strong” Brian Warner, 1996.
Entender el Poder es entender la
Política, pero también nos abre la compuerta para comprender la gran mayoría de
los conceptos asociados a la vida pública. En la actualidad, en el Derecho
Constitucional existen dos corrientes de pensamiento: los que enseñan desde el
punto de vista de la Constitución (visión conservadora) y los que enseñamos
desde el ángulo del Poder (visión política). Primero les hablé de la
Constitución y su función; fue la introducción para plantear el tema central de
la política; pero lo “divertido” de la situación es que el Poder no es un
concepto político como usted puede creer. No. El Poder está muchísimo más cerca
de usted, es mucho más mundano y terrenal. El Poder vive en su vida, o mejor
aún: usted vive “dentro” del Poder. Primero desentrañemos la parte social del
Poder. Veamos.
El Poder, en sencillos términos
sociológicos, es aquella capacidad
para influir en el resultado de un suceso o en la conducta de otra persona.
Decimos que “podemos” correr, porque tenemos piernas; decimos que “podemos”
leer, porque tenemos visión y dominamos la técnica de la lectura. Cuando usamos
el verbo “poder”, hacemos referencia a una capacidad real de llevar a cabo una
actividad; pero también implica acción y movimiento. Es decir, que cuando usted es capaz de influir en su
entorno (tomar decisiones) o de influir en la conducta de los demás (adecuar la
vida de los demás a la suya) usted tiene el Poder.
El Poder requiere de dos elementos básicos: DOMINANTE y DOMINADO. Para
que el Poder tenga sentido, alguien (activo) debe lograr que la conducta de
otro (pasivo) se adecue a sus objetivos. Pero OJO: no crea usted que el
dominado es un pobre ser golpeado y subyugado por el dominante, y éste a su vez
es un malvado egocéntrico y “maltratador”; todo lo contrario: en el Poder y las
relaciones que se deducen de él, TODOS aceptan su rol (activo o pasivo) para la
obtención de sus propios intereses o protección de sus valores. Es decir, yo
acepto ser dominado (influido por la decisión de otra persona) para obtener
algo a mi favor; pero también acepto dominar para lo mismo; no es un problema
de “malos y buenos” sino de obtención de metas individuales o colectivas.
Generalmente, una relación de poder se basa en estos elementos y es la manera
normal de desenvolvimiento de las relaciones humanas.
Dos ejemplos clásicos: 1) Una
noche usted quiere salir con sus amig@s, pero su pareja le indica que debe
estar presente en una actividad familiar; usted debe elegir que hacer. Quizás
sus amigos le insistan que tienen tiempo sin hablar y verse; pero su pareja le
indica las “perjudiciales” consecuencias de su inasistencia. ¿Cuál es su
decisión? 2) Usted esta jovencito todavía y una noche es castigado a no salir
de su casa por sus padres debido a su mal comportamiento, pero esa misma noche
hay un concierto buenísimo y sus amigos le esperan allá. ¿Iría usted al
concierto?
En este momento usted puede estar
sonriendo preguntándose qué tienen que ver estas situaciones hipotéticas (pero
muy reales en nuestras vidas) con el Poder. Pues bien, todos nosotros vivimos
en relaciones basadas en el Poder; NADIE está exento de ellas. Con nuestros
padres, parejas, amigos, jefes, familia y por supuesto: el Estado. Usted, según
se identifique en los ejemplos con los distintos roles que le presenté, podrá
ver que más allá del amor que puede existir en la pareja o el respeto y
educación del hijo hacia el padre, el Poder nos permite ELEGIR entre el
cumplimiento de nuestros deseos o necesidades individuales (autosatisfacción) o
la satisfacción de los deseos o necesidades de otro; pero siempre el trasfondo
es la obtención de una meta; lo que llamamos la direccionalidad del Poder.
Revísese. Analice por un momento
su propia vida y hágase las siguientes preguntas: 1) ¿Quién le seleccionó la
ropa que se puso hoy? 2) ¿Quién le ha pedido que esté a una hora determinada en
algún sitio? o 3) ¿Necesita que alguien le entregue un reporte o haga algo para
usted en este momento?
Usted vive en una relación de
Poder. Abra los ojos y vea que está haciendo “en este instante”. Es usted parte
de él.
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